Características y evolución de los flujos migratorios y la colonia franceses en Chile (1865-1930)

  • Caractéristiques et évolution des flux migratoires français et la colonie française au Chili (1865-1930)
  • Characteristics and Evolution of French Migratory Flows and the French Colony in Chile (1865-1930)

DOI : 10.35562/textures.354

A partir de las fuentes que nos proporcionan los Archivos diplomáticos de la embajada francesa de Santiago de Chile y los censos chilenos publicados entre 1854 y 1930, este artículo tiene como principal objetivo presentar las estructuras generales del flujo migratorio y de la colonia francesas en Chile entre la segunda mitad del siglo xix y el primer tercio del siglo xx.

Sur la base des sources fournies par les archives diplomatiques de l’ambassade de France à Santiago du Chili et des recensements chiliens publiés entre 1854 et 1930, l’objectif principal de cet article est de présenter les structures générales du flux migratoire français et de la colonie française au Chili entre la seconde moitié du xixe siècle et le premier tiers du xxe siècle.

Based on the sources provided by the diplomatic archives of the French embassy in Santiago de Chile and the Chilean censuses published between 1854 and 1930, the main objective of this article is to present the general structures of the French migratory flow and the French colony in Chile between the second half of the 19th century and the first third of the 20th century.

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Introducción

El proyecto de nación que se articula en Chile a lo largo de la primera mitad del siglo xix, tiene como uno de sus puntos principales la cuestión de la población. Este proyecto implica el aumento numérico de los habitantes del país y, al mismo tiempo, la atracción de una población europea que debe mejorar la calidad «moral» y «racial» del pueblo chileno1. Del otro lado del Atlántico, al mismo tiempo, se produce una estructuración y circulación de discursos y representaciones sobre el continente americano como un lugar lleno de oportunidades y una tierra de futuro. Esta representación se estructura a la vez que tienen lugar diferentes crisis económicas y políticas que obligan a miles de europeos a abandonar sus hogares con la esperanza de mejorar su calidad de vida2.

En Chile, con respecto a la cuestión migratoria, la producción legislativa se caracteriza por el fomento de una inmigración de población europea que se liga a una política de desarrollo agrario. Este hecho discrimina a la población nativa como factor de desarrollo del país, y omite jurídicamente los procesos de inmigración originados como resultado de la interacción con los países vecinos. Es el caso de la promulgación, en 1845, de la ley de Colonización y su primera consecuencia, es decir, la articulación de un flujo migratorio de contingentes que comienza, a partir de la década de 1840, con el asentamiento bajo el derecho del «primer ocupante» de colonos alemanes3 en las regiones agrícolas de Valdivia y Llanquihue4.

Este artículo tiene como principal objetivo presentar las estructuras generales del flujo migratorio y de la colonia francesas en Chile entre la segunda mitad del siglo xix y el primer tercio del siglo xx. Para ello nos apoyamos en las fuentes que nos proporcionan los archivos diplomáticos de la embajada francesa de Santiago de Chile y los censos chilenos publicados entre 1854 y 1930. Con respecto a estas últimas fuentes, los datos censales, con todas sus limitaciones, nos dan la posibilidad de trazar algunos parámetros generales y seguir cronológicamente las tendencias y características generales del flujo migratorio francés en Chile. Es cierto que nuestro trabajo aporta respuestas parciales, es por eso que queremos señalar que este artículo es el resultado de un trabajo que debe ser completado por próximas investigaciones llevadas a cabo a partir de otro tipo de archivos (parroquiales, municipales, privados…), con el objetivo de completar progresivamente el relato de la colonia francesa en Chile.

En este trabajo consideramos la migración como un proceso. En este sentido, los desplazamientos humanos que tienen como punto de origen Francia y Chile como lugar de destino final, implican un conjunto de factores causales, de desarrollo y consecuencias tanto para la sociedad de partida como para la de llegada5. Estos desplazamientos, desde el momento de la toma de decisión de abandonar el país de origen hasta el final del periplo migratorio no se caracterizan, en general, por ser acciones aisladas y estáticas, sino que se llevan a cabo en el seno de una red de relaciones sociales y circunstancias económicas, políticas y culturales que se transforman continuamente en el tiempo.

El artículo se estructura en dos partes marcadas por la ruptura que significa el primer conflicto armado mundial para el flujo migratorio francés en Chile. Estas dos partes, a partir de una visión diacrónica, presentan la evolución y las estructuras generales tanto del flujo migratorio como de la colonia francesa radicada en Chile entre la segunda mitad del siglo xix y el primer tercio del siglo xx.

1865-1914: aumento del flujo migratorio y estructuración de la colonia francesa en Chile

A partir de la segunda mitad del siglo xix, el gobierno chileno considera el poblamiento de los nuevos territorios del sur conquistados a los indígenas, como un instrumento para imponer el poder del Estado y desarrollar el crecimiento económico en estas «nuevas» regiones chilenas6. En 1872 se crea la Oficina general de Inmigración y diez años más tarde, el 10 de octubre de 1882, abre sus puertas la Agencia de colonización general de Chile en Europa. Esta agencia, en colaboración con la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), desarrolla una importante labor en la atracción de migrantes, con algunas interrupciones, hasta la década de 19107. Paralelamente existen compañías privadas europeas de colonización que completan el trabajo realizado por las instituciones estatales, como es el caso de la Sociedad Colonizadora Nueva Italia, de Jorge Ricci, que trabaja esencialmente en Malleco y Temuco. Sin embargo, a pesar de los intentos de las autoridades chilenas, la inmigración voluntaria, espontánea y libre sigue siendo la que llega a Chile en mayor número8.

Durante estas décadas, el gobierno chileno realiza en Francia varias campañas de publicidad a través de una serie de conferencias sobre la prosperidad de las tierras chilenas y las condiciones excepcionales de acogida que ofrece el país. Los colonos franceses que llegan en el marco de las campañas de contratación realizadas por la Agencia de colonización de Chile en Europa son, en su gran mayoría, obreros y agricultores, adultos y jóvenes de género masculino, formados en sus regiones de origen.

Los franceses que desean ir a Chile deben dirigirse a las agencias privadas de inmigración las cuales perciben una cotización por emigrante. En 1895, por ejemplo, la publicidad que circulaba en Francia con respecto a la emigración en Chile, da información sobre los salarios y las condiciones laborales. En estos prospectos se indica claramente la diferenciación de los empleos con respecto al género del emigrante, como es el caso de trabajo doméstico o del oficio de lavandera, como las eventuales diferencias de salario entre los oficios propuestos.

Salarios: Albañil 2,50 a 3,00 pesos Carpintero 2,00 a 3,50 pesos Ebanista 2,50 a 4,00 pesos Hojalatero 2,50 a 4,00 pesos Herrero 2,50 a 4,50 Pintor 2,50 a 3,00 Sastre 4,00 pesos Mecánico 3,50 a 5,00 pesos Cochero de casa particular 30,00 a 40,00 pesos mensuales, alojado y alimentado, cochero de punto, 12% de la entrada Domésticas (mujer) 15 pesos mensuales, alojadas y alimentadas, Lavanderas, 3,00 pesos por docena de piezas, agricultores 25,00 mensuales, alojados y 20 a 25 pesos de la cosecha, agricultores jornaleros, 0,60 a 1,20 pesos según la estación y el género de trabajo, alojados y alimentados, jardineros, 30 a 200 por mes, quesero, contramaestre 45,00 mensuales, alojado y alimentado, quesero, obrero 30,00 mensuales, alojado y alimentado viñateros 1,000 a 2,000 por año9.

Al mismo tiempo, se informa a los candidatos a instalarse en Chile sobre las posibilidades ofrecidas por el Estado chileno y las condiciones del contrato de colonización de tierras que enuncia el gobierno. Este contrato se basa en un tipo de crédito a largo plazo concerniendo tanto la tierra como las herramientas otorgadas.

El estado posee en las provincias del Sur (Cautín, Malleco, Valdivia, Llanquihue, Chiloé) miles de hectáreas de terrenos eriazos dedicados para la colonización. Para este fin llegaron en 1901, por intermediario de la Agencia de Colonización en París, 1085 individuos y con orden de la Sociedad de Fomento Fabril, 370, número que representa para el fisco un desembolso de 100.000 pesos Los alicientes que se presentan á los extranjeros para que emigren á este país, serían bastantes, si no estuvieran deslustrados por un descrédito enorme, cimentado en parte por falta de cumplimiento de nuestro gobierno, y en mucha por nuestra fluctuación monetaria. Pueden contar con pasajes de tercera clase para ellos y sus familias y transporte gratuito de sus equipajes y conducción hasta la colonia. 0,30 pesos diarios por adulto y 0,15 por cada hijo mayor de diez años desde el día de su llegada, hasta aquel en que se le dé la posesión de un terreno determinado, una yunta de bueyes, un yugo arador ó carretero, un arado americano, una carreta de madera, 150 tablas de una pulgada, por nueve pulgadas y 41 varas de largo y 23 kilogramos de clavos. Todo avalado al precio corriente de costo en la época de la entrega; un lote de terreno de 70 hectáreas por sí y 30 hectáreas por cada uno de sus hijos varones, mayores de 18 años; una pensión de veinte pesos mensuales durante un año, médico y medicinas gratuitas durante los dos primeros años. El colono queda sometido, entre otras obligaciones, á devolver los adelantos en dinero ó especies en cinco anualidades, pagaderas desde el cuarto año después de su establecimiento10.

En 1896, el gobierno chileno acepta la proposición de Charles Colson, agente marítimo de Burdeos, el cual se compromete a introducir en Chile 5 000 familias de colonos. El contrato con el gobierno chileno establece que la introducción en Chile de estos colonos debe hacerse en un periodo de ocho años. Al mismo tiempo se concede a Colson la propiedad de 300 000 hectáreas de terreno en las provincias de Constitución y Valdivia en las cuales deben instalarse 3 000 familias; 225 000 hectáreas en la provincia de Llanquihue (1 500 familias) y 100 000 hectáreas en la provincia de Chiloé (500 familias). Las familias deben ser de origen europeo y el control de que se cumpla este requisito es de la responsabilidad de la Agencia de colonización de Chile en Europa.

En 1907 el gobierno chileno encarga a Eugène Cibié la misión de reclutar obreros-mecánicos, tipógrafos y agricultores en los departamentos del suroeste francés. En 1910, el gobierno chileno crea en Paris la Agencia general de emigración, dirigida por el diputado Agustín Gana Urzua, con el objetivo de paliar la falta de mano de obra tras el terremoto de Valparaíso de 1906.

Durante estas décadas, además de las citadas, otras agencias trabajan en el envío de emigrantes como es el caso de Exhaurren et Larrain en París, y Trotebas en Marsella. Las empresas de transporte marítimo Messageries Maritimes de Bordeaux y la Compagnie Transatlantique, por ejemplo, desarrollan también una actividad publicitaria relacionada con la partida a los países sudamericanos.

Las agencias internacionales de información, como Havas-Reuter, forman parte de los actores transnacionales que tienen una influencia importante en la constitución de los flujos migratorios. Entre 1874 y 1876, abren las puertas las sucursales sudamericanas de Havas-Reuter en Montevideo, Buenos Aires, Lima y Valparaíso11. El desarrollo de las comunicaciones en cuanto a los transportes y la información, favorece el aumento de los flujos migratorios de finales del siglo xix y principios del siglo xx.

Sin embargo, a pesar de la puesta en marcha de una política favorable a la inmigración, continuada por los gobiernos de Balmaceda (1886-1891) y Pedro Montt (1906-1910), contrariamente a los países vecinos de América del Sur, Chile no es elegido por los emigrantes franceses como uno de sus principales destinos. Así, por ejemplo, entre 1857 y 1946, 261 020 franceses entran en Argentina de los cuales un 37% deciden instalarse definitivamente en el país12. En Uruguay, durante el primer tercio del siglo xx, la cantidad de franceses radicados en este país oscila entre 13 000, en 1900, y 9 500, en 193013.

Según los informes de la embajada francesa de Santiago, la causa principal de este hecho, en relación con los países vecinos, reside en la ausencia de tierras agrícolas susceptibles de ser distribuidas gratuitamente, o casi gratis, a los nuevos colonos. A esto se añade las malas condiciones climáticas de las regiones que deben ser colonizadas y las dificultades relacionales que los recién llegados encuentran del lado de la población autóctona. En muchos casos los colonos descubren también la diferencia entre las promesas realizadas por las compañías colonizadoras y la realidad.

En 1903, por ejemplo, se otorga a los recién llegados concesiones gratuitas que pueden llegar hasta 40 hectáreas. Las dificultades administrativas, el clima extremamente duro de las tierras australes y la inexistencia de vías de comunicación hacen que la realidad de la proposición gubernamental sea decepcionante para los interesados. Las malas condiciones que encuentran los colonos franceses, como son la organización defectuosa del servicio de inmigración, el alto coste de la vida material y las duras condiciones de trabajo, hacen que «une part des immigrants français arrivés au Chili passe en Argentine, d’autres se présentent à la Légation pour obtenir leur rapatriement en France»14.

Tendencias generales del flujo migratorio francés en Chile

Durante las primeras décadas de la independencia, Chile recibe la llegada de aventureros, antiguos oficiales de los ejércitos imperiales, comerciantes y religiosos que, salvo en el caso de los representantes consulares, las autoridades chilenas los consideran a efectos burocráticos como transeúntes y por ende están ausentes del censo de 183515. En 1854, las autoridades chilenas contabilizan un total de 1 654 franceses en el país, es decir, un 8,38% del total de extranjeros censados en Chile.

En 1875, según la tabla 1, la cantidad de franceses censados es prácticamente el doble, mientras que a finales de siglo, en 1895, observamos que la cifra de franceses censados multiplica por cuatro el número de franceses de 1854. Según los documentos oficiales del Ministerio chileno de Relaciones Exteriores, entre octubre de 1882 y diciembre de 1897, la entrada de franceses en el país se estima en 8 413 personas, en el mismo momento que el gobierno chileno desarrolla sus campañas de reclutamiento en Europa con la idea de colonizar el sur del país. La fase más intensa se sitúa entre noviembre de 1888 y diciembre de 1890, periodo en el que se contabilizan 5 000 entradas, y entre abril de 1886 y diciembre de 1891, con la entrada de 6 500 franceses en el país16. Mientras que en el periodo de 1854-1895 la progresión relativa conoce un crecimiento fuerte y continuo, que hace que la cantidad más importante de franceses censados sea de 9 800 en 1907, a partir de la década de 1910 este crecimiento conoce una involución importante.

Tabla 1. Número de franceses censados en Chile distribuidos por sexo y porcentaje con respecto al conjunto de los extranjeros

Hombres

% total franceses

Mujeres

% total franceses

Total

franceses

% total extranjeros

1865

1 869

75,3%

614

24,7%

2 483

10,7%

1875

2 408

72,6%

906

27,4%

3 314

12,6%

1885

2 824

67,3%

1.374

32,7%

4 198

4,8%

1895

5 536

67%%

2.730

33,0%

8 266

10,4%

1907

6 337

64,7%

3.463

35,3%

9 800

7,3%

1920

4 211

58,3%

3.004

41,7%

7 215

5,6%

1930

2 890

57,7%

2.117

42,3%

5 007

4,7%

Fuente : censos chilenos 1865-1930.

En cuanto al peso relativo de la población francesa con respecto al conjunto de extranjeros censados en Chile, si nos fijamos en los datos de la tabla 1, se mantiene estable alrededor del 10-12% –salvo para el censo de 1885, momento en el que se constata un aumento importante de entrada de extranjeros en el país– a lo largo de la segunda mitad del siglo xix. Su importancia relativa, sin embargo, se reduce a partir de la primera década del siglo xx alcanzando el valor más bajo en 1930 con un 4,7%.

Tabla 2. Franceses en Chile con especificación del sexo y el estado civil

Hombres solteros

Mujeres solteras

Hombres casados

Mujeres casadas

Hombres viudos

Mujeres viudas

Hombres divorciados

Mujeres divorciadas

1865

1 012

308

786

263

71

43

-

-

1875

1 281

395

1 014

418

113

93

-

-

1885

1 455

618

1 229

597

139

159

1

0

1895

3 052

1 248

2 270

1 266

206

212

5

2

Fuente: censos chilenos de 1865, p. 371; 1875, p. 625; 1885, p. 458-459; 1895, p. 459-463.

En cuanto al reparto por sexo, la población francesa de Chile, tal como indica la tabla 1, es mayoritariamente masculina, sobre todo al principio del proceso migratorio. Sin embargo, los datos presentan una tendencia descendente continua que se acelera con la reducción abrupta del flujo migratorio tras la Primera Guerra mundial. Según los datos de la tabla 2, la mayor parte de los franceses censados en Chile son solteros (53,2% en 1865; 50,6% en 1875, en 19,4% en 1885 y 52% en 1895) y, según los criterios de las autoridades chilenas, están, en su gran mayoría, alfabetizados. Con respecto a la edad, los franceses que viven en Chile están en pleno periodo vital para desarrollar tanto sus competencias intelectuales como laborales. Según la tabla 4, entre 1875 y 1895, el grueso de la comunidad francesa (1875, 77,8%; 1885, 69,6%; 1895, 73,7%) tiene una edad situada entre los 15 y los 50 años.

Tabla 3. Franceses censados en Chile con especificación de alfabetización

Saben leer Hombres

Saben leer Mujeres

Saben escribir Hombres

Saben escribir Mujeres

1865

1 684

568

1 666

560

1875

2 193

792

2 166

763

1885

2 564

1 155

2 531

1 141

1895

4 752

2 248

4 583

2 152

Fuente: censos chilenos de 1865, p. 371; 1875, p. 625; 1885, p. 458-459; 1895, p. 459-463.

Tabla 4. Número de franceses según el sexo y la edad

0-15 años hombre/mujer

15-50 años hombre/mujer

50-95 años hombre/mujer

Total hombre/mujer

Total

1875

123

114

1.889

691

396

101

2 408

906

3 314

1885

278

221

2 107

815

439

338

2 824

1 374

4 198

1895

554

521

4 254

1 833

725

374

5 533

2 728

8 261

Fuente: censos chilenos de 1875 p. 624; 1885 p. 460-462; 1895 p. 505-506.

En cuanto a la distribución geográfica, los franceses censados en Chile se concentran en las regiones donde se sitúan los centros urbanos y socioeconómicos más importantes de Chile. La aparición de la industria del nitrato, así como el desarrollo de la colonización de las tierras del sur del país, se acompaña del aumento de la población francesa en estos territorios tal como indican las cifras del censo de 1907.

La tabla 5 nos muestra también la continuidad, a lo largo del periodo cronológico estudiado, de las regiones de Santiago, Valparaíso y Concepción (1865: 74,9% – Valparaíso 36%, Santiago, 32%, Concepción 6,9%/1907: 56,8% % – Valparaíso 12%, Santiago, 37,4%, Concepción 7,4%) como los lugares más importantes de establecimiento de franceses en Chile. Este hecho se puede explicar por las oportunidades económicas que estas regiones proponen, así como por el desarrollo de las redes migratorias que tienen lugar en el marco de la «emigración libre» individual o en familia. La colonización de las regiones del Sur atrae los primeros contingentes organizados de franceses lo que produce una mayor diferenciación en el reparto geográfico. Con respecto a las regiones mineras del norte, las cifras nos muestran una cierta estabilidad relativa ya que del 7,1% del total de franceses censados en 1865, se pasa al 8,9% en 1907. En el caso de las regiones situadas al sur del Bío-Bío, sin embargo, el porcentaje crece de una manera considerable pasando del 2,3% en 1865 al 21,4% en 1907.

Tabla 5. Distribución por región de los franceses censados en Chile, 1865, 1907 y 1930

Región                  

1865                  

1907                  

1930                  

Tacna

Tarapacá

Antofagasta

Atacama

Coquimbo

Aconcagua

Valparaiso

Santiago

O’Higgins

Colchagua

Curicó

Talca

Linares

Maule

Ñuble

Concepción

Arauco

Bío-Bío

Malleco

Cautín

Valdivia

Llanquihue

Chiloé

Aysén

Magallanes

-

-

-

177

181

53

842

787

-

60

-

46

-

47

28

171

32

-

-

-

15

9

3517

-

-

49

433

328

67

132

207

1171

3673

113

118

70

163

101

78

176

724

99

83

782

542

207

110

49

-

325

-

94

42

29

47

66218

-

2374

-

92

-

122

-

82

134

378

-

138

-

491

163

-

46

3

110

TOTAL

2483

9800

5007

Fuentes: censos chilenos: 1865, p. 1-307; 1907, p. 1283-1291; 1930, T II p. 167-255

La «emigración libre», en el caso de los franceses de Chile, se basa sobre todo en una «emigración secundaria» proveniente, en gran parte, de Argentina. No hay que olvidar que la decisión de migrar está permanentemente influida por la información transmitida por familiares, amigos y conocidos. Se comunica a los contactos en el país de origen sobre las posibilidades de desarrollo que existen en el lugar donde viven en Chile. Estas redes migratorias, en definitiva, inciden directa o indirectamente en la decisión de marcharse y funcionan como verdaderos soportes para la persona que migra. Así, los franceses ya radicados en el país hacen venir a personas ligadas por vínculos de parentesco, amistad o vecindad. Muchos franceses, a su vez, son atraídos por aquellos lugares donde ya existe una presencia consolidada o una pequeña comunidad de connacionales que los pueda acoger.

No hay que olvidar que los negociantes franceses radicados en Chile conservan contactos comerciales y socioeconómicos con Francia. Así, por ejemplo, Claude Pra y su hijo, que toma la dirección de la empresa en 1897, ejercen múltiples responsabilidades tanto en Chile como en Francia en asociaciones de negociantes y agentes comerciales. A principios del siglo xx, la casa Pra contrata artesanos vidrieros-cristaleros vascofranceses a través de los contactos que la familia ha conservado en su región de origen. Otro caso paradigmático es el de la empresa de conservas de pescado dirigida por Madame Solminihac, quien contrata una decena de pescadores bretones de su localidad de origen para trabajar en su fábrica chilena.

En la gran mayoría de los casos, los franceses que se instalan en Chile provienen del País Vasco, del Bordelais, de Charente, de las regiones situadas entre le Gers y le Périgord, y, en menor medida, de Bretaña.

[…] la France est représentée, au Chili, par une colonie importante, seize à dix-huit mille personnes, d’après les renseignements les plus autorisés. La plupart sont originaires de nos provinces du Sud-Ouest, de la Gironde aux Pyrénées ; les Basques sont particulièrement nombreux et se soutiennent entre eux avec autant de résolution que les Allemands eux-mêmes19.

En estas regiones, el aumento demográfico provocado por el aumento de la natalidad junto al importante descenso de la mortalidad, las crisis agrícolas, el empobrecimiento de la economía rural, el desarrollo de los transportes, de la industria y de los centros urbanos, la ley que prevé un servicio militar largo y, finalmente, las estructuras familiares y costumbres tradiciones que reducen la esperanza de futuro, sobre todo, a los descendientes de pequeños o medianos propietarios que no tienen derecho a la herencia, provocan la toma de decisión de partir al extranjero con el objetivo de evitar una movilidad social descendente en el pueblo de origen. Esta emigración, que parte en una gran mayoría de los puertos de Burdeos y Bayona, busca una mejora o una conservación de su estatus social o profesional20.

En el caso de Chile surge el hecho, en muchos casos, de no existir una continuidad laboral del migrante en la sociedad de acogida en consideración al oficio ejercido en su tierra natal. De tal modo que el tipo de mercado laboral no se presenta como un factor decisivo en las características generales del grupo migrante. Las relaciones sociales y las múltiples posibilidades que el medio ofrece en el sector de los servicios, que no exige mayores antecedentes laborales, configuran otro de los posibles factores de atracción de los franceses que llegan a Chile a través de las redes parentales. Por lo demás, nos parece, como en el caso de los italianos21, que los emigrantes procedentes de las regiones menos industrializadas de Francia tienen como característica la capacidad de adaptarse laboralmente a las distintas circunstancias del mercado laboral existente en Chile en el momento de su llegada.

En otros casos, la «emigración libre» tiene lugar dentro del marco de la emigración religiosa que se lleva a cabo a través de las órdenes religiosas instaladas en Chile y gracias a las relaciones existentes entre los cleros regionales franceses y la jerarquía eclesiástica chilena. Otros ejemplos tienen lugar dentro del marco de las campañas de contratación de profesores, técnicos o científicos realizadas por el gobierno chileno o de la demanda de profesionales liberales proveniente de la clase aristocrática urbana chilena.

Estructuras socioeconómicas de la colonia francesa de Chile

En su artículo sobre la sociedad chilena escrito en 1859, André Cochut nos muestra las actividades económicas principales desarrolladas por los franceses en el país. Este artículo informa al lector que la colonia francesa está formada por «outre des commerçans de détail au nombre d’environ 300 et une quarantaine de professeurs, la France envoie des ouvriers professionnaux de toute espèce, y compris 38 cuisiniers et 36 modistes22

Durante el final del siglo xix y el principio del xx, se produce el desarrollo de la pequeña y mediana empresa francesa en Chile creando, como acabamos de ver, una red de lazos comerciales, amicales y familiares con los lugares de origen de los propietarios de estas empresas. Entre 1899 y 1901 el Ministerio de Asuntos Exteriores francés realiza una encuesta para conocer y contabilizar la fortuna francesa en el extranjero. Los datos son recogidos por los puestos diplomáticos y deben dar al gobierno francés el número y el valor de las empresas francesas trabajando en el extranjero y aquellas que pertenecen a ciudadanos franceses instalados fuera de Francia.

Gracias a esta encuesta podemos observar que mientras en el norte de Chile las empresas francesas corresponden a las actividades extractivas de cobre y nitrato, en el sur del país el empresario francés invierte sobre todo en la agricultura y en los negocios de importación-exportación. En el resto del país, la actividad empresarial de la colonia francesa se estructura alrededor de establecimientos de curtidurías, hostelería, producción vitícola23, comercio de novedades y productos de consumo en serie y de lujo, de venta al por menor y casas de exportación e importación24.

On ne rencontre pas, parmi les résidents français du Chili, des fortunes considérables, pareilles à celles que des compatriotes ont amassées en Argentine ; mais la colonie compte très peu de non-valeurs et de déclassés. Les meilleures boulangeries, les tanneries les mieux tenues du Chili se parent du titre de françaises ; des maisons de commission, bien achalandées, appartiennent à des compatriotes, elles ne parviennent pas toujours, malgré des demandes détaillées en France, à se pourvoir d’articles français, qu’achèterait volontiers leur clientèle. Dans la campagne, quelques vignobles sont propriétés françaises ; beaucoup de viticulteurs chiliens engagent des Français, Bourguignons et Girondins, pour la direction de leurs vendanges et de leurs chais. En ces divers ordres d’activité, nos concitoyens arrivent presque tous à une aisance au moins moyenne ; acharnés au travail pendant les années de conquête, ils s’accordent ensuite des voyages en France, mais sans abandonner leur résidence au Chili25.

Con respecto a las estructuras internas que cohesionan la colonia francesa, existen asociaciones, publicaciones, como es el caso del Annuaire des Français au Chili, y periódicos26, que estructuran unos espacios de sociabilidad «en persona» y «de papel» que ayudan a mantener una especificidad cultural, a estructurar la red de acogida de los nuevos llegados y a conservar un sentimiento de pertenencia nacional en el seno de la sociedad de acogida. En la práctica, podemos citar como ejemplo la conmemoración de la fiesta nacional francesa, la participación a instituciones, como la Chambre de commerce de Santiago, y a asociaciones como la Société française de bienfaisance, la Ligue maritime et coloniale, el Club français de tourisme, el Comité des fêtes, el Comité des dames, el Comité de la colonie française, la Alliance Française, la Union nationale de combattants –con secciones en Concepción, Valparaíso y Traiguén–, la Union des employés français o las Sociétés de secours mutuels de Santiago y Valparaíso.

Les Basques se distinguent par leur soin de se faire toujours relever par des jeunes qu’ils forment eux-mêmes, avant de leur transmettre leurs affaires ; de là, entre notre pays basque et le Chili, la continuité de relations toujours entretenues : le 18 septembre dernier, quatre-vingts « Américains » des Basses-Pyrénées se réunissaient en un banquet, à Cambo, pour célébrer la fête nationale du Chili. L’union réalisée de tous les résidents français du Chili s’est exprimée, en 1909, par la fondation d’un « mausolée » de la colonie, au cimetière de Santiago. Après quatre années de démarches patientes, le ministre de France, aidé de deux ou trois concitoyens estimés de tous, s’assura les fonds nécessaires — une cinquantaine de mille francs et, ce qui valait plus encore, le concours dévoué de tous ses administrés ; un architecte français, fonctionnaire distingué du gouvernement chilien, dressa gracieusement la maquette ; les Sociétés de secours mutuels, la Société française de bienfaisance s’empressèrent de souscrire ; désormais, tous les Français qui ne reposeraient pas à Santiago dans des tombes de famille, goûteront dans le mausolée la paix d’une suprême réunion ; ils dormiront sous un manteau de terre de France, rapportée tout exprès, et pieusement étendue sur les fondations. Le monument est tout proche de celui que Santiago a élevé aux pompiers morts au feu ; deux pompiers des compagnies françaises sont ensevelis parmi ces braves. L’usage est maintenant établi que la fête du 14 juillet s’ouvre, au cimetière, par un hommage aux disparus ; le cortège, en se rendant au mausolée, salue au passage en même temps les Chiliens et les Français tombés victimes du devoir. Tout récemment, aux environs de Santiago, sur un terrain donné par deux compatriotes qui rentrent en France après avoir vaillamment acquis leur indépendance, MM. Biaut, a été posée la première pierre d’une maison de retraite de la colonie ; on l’appelle « le foyer français ; » ce sera, dans un site riant, sur les pentes d’une colline largement aérée, un tranquille atelier de famille pour des vieillards valides, et un asile temporaire pour les convalescents ; tous les frais ont été couverts par des libéralités privées ; des Chiliens ont tenu à en prendre leur part, et l’offre la moins touchante ne fut pas celle des ouvriers du village voisin, la « población Biaut, » qui ont donné dix mille briques pour aider à la construction. « Ceci sera ma dernière œuvre, » disait non sans mélancolie M. Paul Desprez aux amis qui l’en remerciaient ; en ce jour d’inauguration, qui fut aussi celui des adieux, le ministre avait reçu de chaleureux télégrammes des résidents français de Tacna, d’Iquique, de Coquimbo, de Concepcion, de Punta-Arenas. Le gouvernement avait, pour cette circonstance, prêté la musique militaire d’un de ses régiments d’élite ; on écouta, tête nue, la Marseillaise et l’hymne chilien ; la cérémonie prit fin aux accords de Sambre-et-Meuse27.

1914-1930: ruptura del flujo migratorios y cambio de tendencias

Los flujos migratorios transoceánicos masivos desaparecen paulatinamente a causa de la Primera Guerra mundial y sus consecuencias, así como de la pérdida de fuerza en el imaginario europeo de la representación de los países latinoamericanos como lugares de prosperidad y oportunidades socioeconómicas.

Paralelamente, en Chile, a partir de la promulgación de la normativa de 190528 y el decreto ley de 26 de septiembre de 1907, la política migratoria de los sucesivos gobiernos chilenos va adquiriendo paulatinamente un cariz mucho más restrictivo. A lo largo de las primeras décadas del siglo xx, la política migratoria se estructura a partir de una selectividad coyuntural en la que se establecen «normativas que desencadenaron una estabilidad e inercia de la tendencia restrictiva de la política migratoria, generando mecanismos de autoreforzamiento o retroalimentación positiva de las instituciones»29. Esta tendencia restrictiva se confirma en 1918 con la sanción de la ley no 3446 promulgada bajo el gobierno de Juan Luis Sanfuentes. Por primera vez de modo sistemático y explícito se establece una serie de criterios –funcionales, físicos y sociopolíticos– que tienen como objetivo el reconocimiento de la calidad de migrantes de los extranjeros residentes en el país.

Carlos Durán Migliardi y Luis Eduardo Thayer consideran que es a partir de este momento que el avecindamiento en Chile «deja de estar asociado exclusivamente al determinismo biológico-cultural de la procedencia del inmigrado, y se asocia más bien a 1) la capacidad de aportar materialmente por medio del trabajo, 2) el no ser carga sanitaria para el Estado y 3) la posibilidad de garantizar un comportamiento acorde a las leyes vigentes y a la mantención del orden socio-político30».

Tabla 6. Franceses transeúntes, residentes y naturalizados censados en Chile

Transeúntes Hombres31

Transeúntes Mujeres

Residentes Hombres

Residentes Mujeres

Naturalizados

Hombres32

Naturalizados Mujeres

1865

1728

601

-

-

141

13

1875

2308

884

-

-

100

22

1885

438

80

2301

1256

85

38

1895

209

50

5189

2625

135

57

Fuente : censos chilenos, 1865, p. 371 ; 1875, p. 625 ; 1885, p. 458-459 ; 1895, p. 459-463

Estas transformaciones se materializan en la selección de los emigrantes y la puesta en práctica de medidas contra los «indeseables» que se aplican a los candidatos a partir a Chile. Los viajes transoceánicos, a su vez, son cada vez más onerosos. A ello se añade, como es el caso para el País Vasco francés, el desarrollo económico de las regiones de origen de los emigrantes franceses que se acompaña de un descenso de la natalidad, hechos que reducen ampliamente el proceso de expulsión al extranjero de la población, Así, tras el conflicto mundial la principal expresión de los flujos migratorios que llegan a Chile es lo que Mateo Martinic define como una «inmigración de rezago», es decir, «la de aquellos que había quedado en los países de origen por razón de minoridad, servicio militar u otras causas33».

A todo ello se añade un proceso de asimilación de la población francesa que vive en Chile. Aunque las cadenas migratorias pueden, en su modalidad centrípeta de funcionamiento, dificultar o al menos retrasar la asimilación, esta modalidad afecta de modo más perceptible a las primeras generaciones de emigrantes franceses, más necesitadas de acudir a esa suerte de estructura. En cambio, las generaciones posteriores se liberan progresivamente de tales requerimientos y los miembros de la colonia francesa se insertan socialmente siguiendo otros patrones conductuales. Esta «chilenización» se materializa en la disminución de los flujos migratorios, el retorno al país de origen y las naturalizaciones34.

Juan Ricardo Couyoumdjian, por ejemplo, explica que el menor número de europeos censados en 1930, especialmente franceses, ingleses e italianos, se debería a que muchos de ellos salieron del país enrolándose como combatientes de sus respectivas naciones y no regresaron35. A ello habría que añadir que la reducción drástica de los flujos migratorios provoca la imposibilidad de llenar el vacío que deja la muerte o el retorno en la colonia francesa de Chile.

En 1935, el embajador francés en Santiago, en uno de sus informes, describe de una manera precisa esta tendencia y sus consecuencias:

Ce phénomène social bien connu de dénationalisation, quoique toujours plus ou moins inéluctable, mérite dans le cas présent de retenir l’attention parce qu’il entraîne une diminution progressive de nos colonies qui ne se renouvellement guère par les éléments nouveaux venus de France36.

En cuanto a las estructuras generales, los franceses siguen viviendo mayoritariamente en las regiones donde se sitúan los centros socio-económicos más importantes del país. Así, en 1930 el 68,1% de los franceses censados en Chile viven en Santiago (47,4%), Valparaíso (13,2%) y Concepción (7,5%). Las características profesionales y las posibilidades de empleo y promoción social hacen que la mayor parte de los miembros de la colonia vivan en centros urbanos. En cuanto a las regiones del norte, en pleno ocaso de la actividad nitratera, el porcentaje disminuye del 8,9%, en 1907, hasta el 3,2% del total de franceses censados en Chile en 1930. En el caso de las regiones situadas al sur del Bío-Bío, el porcentaje se reduce del 21,4%, en 1907, al 19% en 1930.

Tras la Primera Guerra mundial, los franceses instalados en Chile desarrollan sus actividades profesionales en empleos ligados, predominantemente, con los sectores terciario y secundario. Debemos tener en cuenta, además, que es común que los descendientes continúen desempeñando su actividad laboral en las empresas familiares y del círculo próximo de amistades o conocidos.

En el caso francés, si bien es cierto que el comercio familiar comienza a declinar tras la Primera Guerra mundial, todavía existen durante los años 1920 importantes establecimientos comerciales, como es el caso de la Casa Burgalat o la Casa Francesa, y otros de talla más reducida en el sector de la moda, tiendas de ropa, de lujo, perfumerías, de automóviles o empresas de hostelería que mantienen su actividad hasta la década de 193037.

Sin embargo, podemos decir que, en general, el comercio y la industria de propiedad francesa en Chile comienza a declinar tras la Primera Guerra mundial. La competencia de productos textiles de bajo precio de la industria textil chilena, la competencia extranjera, la falta de inversión y la «chilenización» de la propiedad de las empresas se acompaña progresivamente de la desaparición de la red y los lazos comerciales de la colonia francesa y su país de origen.

Si nos centramos en el tipo de establecimiento industrial, generalmente las empresas de propiedad francesa son de talla pequeña y mediana y su actividad se centra en los sectores alimentario, metalmecánico y de la transformación del cuero. Según la tabla 7, entre los 233 establecimientos industriales censados por la Dirección General de Estadística en 1937 podemos citar empresas de agua gaseosa, licores, ladrillos, muebles, curtidurías, panaderías, imprentas, molinos de harina, fundiciones, tapicerías, aserraderos, construcción, tintorerías, transformación de mármol o carrocerías. En el sur encontramos una reducción importante del número de explotaciones agrícolas y ganaderas de propiedad francesa. Si nos referimos a los porcentajes con respecto al conjunto de la actividad industrial y comercial en Chile, las empresas de propiedad francesa sólo representan un 1,2% del total de establecimientos industriales y un 0,32% del conjunto de establecimientos comerciales censados por la Dirección General de Estadística de Chile.

Dentro de un proceso de asimilación, la sociabilidad de la colonia francesa sigue apoyándose en las instituciones y asociaciones existentes. Con respecto a la comunidad francesa radicada en Santiago y Valparaíso, durante los años 1920, existen todavía una quincena de asociaciones franco-chilenas38, todas ellas fundadas al final del siglo precedente.

Tabla 7. Establecimientos industriales y comerciales de propiedad francesa en 1937

Establecimientos industriales franceses

% con respecto al total de establecimientos industriales franceses

Establecimientos comerciales franceses

% con respecto al total de establecimientos comerciales franceses

Tarapacá

Antofagasta

Atacama

Coquimbo

Aconcagua

Valparaíso

Santiago

O’Higgins

Colchagua

Curicó

Talca

Maule

Linares

Ñuble

Concepción

Arauco

Bío-Bío

Malleco

Cautín

Valdivia

Llanquihue

Chiloé

Aysén

Magallanes

1

2

1

5

11

17

115

1

2

6

3

8

20

4

3

15

9

6

-

-

-

4

0,4%

0,8%

0,4%

2,2%

4,7%

7,4%

49,4%

0,4%

-

0,8%

2,5%

-

1,3%

3,4%

8,7%

1,7%

1,3%

6,4%

3,9%

2,6%

-

-

-

1,7%

9

20

4

7

3

39

97

2

-

3

3

-

-

2

18

-

-

4

8

6

1

2

1

18

3,6%

8,1%

1,6%

2,8%

1,2%

15,8%

39,3%

0,8%

-

1,2%

1,2%

-

-

0,8%

7,3%

-

-

1,6%

3,3%

2,4%

0,4%

0,8%

0,4%

7,4%

TOTAL

233

100%39

247

%40

Fuente: Dirección General de Estadística, Censo Industrial y Comercial 1937, Impr. y Lit. Universo, Santiago, 1939.

Conclusiones

Los desplazamientos humanos que tienen lugar desde Francia a Chile durante el periodo estudiado implican un conjunto de factores causales, de desarrollo y consecuencias, tanto para la sociedad de partida como para la de llegada.

Nuestro trabajo muestra que la emergencia y decadencia del flujo migratorio y de la colonia francesa en Chile tienen varias causas: la voluntad de los migrantes y la existencia de redes que favorecen la libertad de movilidad y la acogida de los desplazados incidiendo directa o indirectamente en la decisión de marcharse y funcionado como verdaderos soportes para la persona que migra; las disposiciones y acciones políticas del Estado chileno; las condiciones sociales y económicas de las sociedades emisora y receptora; y finalmente el mantenimiento y la decadencia de los vínculos familiares, culturales, económicos e históricos entre los lugares de partida y destino.

Estos factores configuran tanto la estructura espacial como la estructura socio-económica del conjunto de franceses radicados en Chile. Las transformaciones internas a nivel de la colonia, como los cambios que se producen a nivel económico, social y político en Chile y Francia modelan en el tiempo las estructuras del flujo y de la colonia francesa en Chile.

Bibliography

Fuentes

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Zea Leopoldo, El pensamiento latinoamericano, Barcelona, Ariel, 1976.

Notes

1 Carmen Norambuena, «La inmigración en el pensamiento de la intelectualidad chilena», Contribuciones Científicas y Tecnológicas, no 109, 1995, p. 73-83; Leopoldo Zea, El pensamiento latinoamericano, Barcelona, Ariel, 1976, p. 17-91. Return to text

2 René Girault, Diplomatie européenne. Nations et impérialismes, 1871-1914, Paris, A. Colin, 1979, p. 152. Return to text

3 Las preferencias del origen de los colonos varían a lo largo del proceso. En 1848, el gobierno chileno encarga a Bernardo Philippi la misión de atraer inmigrantes alemanes. En 1849 se busca la venida de inmigrantes irlandeses. Paulatinamente, italianos, suizos, vascos, belgas, ingleses, escoceses y franceses son preferidos según las condiciones del contexto geopolítico y del gobierno chileno en el poder. Gilberto Harris Bucher, Emigrantes e inmigrantes en Chile, 1810-1915. Nuevos aportes y notas revisionistas, Valparaíso, Universidad de Playa Ancha Editorial, 2001; María Daniela Lara Escalona, «Evolución de la legislación migratoria en Chile. Claves para una lectura (1824-2013)», Revista de historia del derecho, no 47, 2014, p. 59-104; Carmen Norambuena, «La inmigración…», p. 73-83. Return to text

4 Jean-Pierre Blancpain, Migrations et mémoire germaniques en Amérique latine à l’époque contemporaine. Contribution à l’étude de l’expansion allemande outre-mer, Strasbourg, Presses universitaires de Strasbourg, 1994. Return to text

5 Verónica Cano, Magdalena Soffia, «Los estudios sobre migración internacional en Chile: apuntes y comentarios para una agenda de investigación actualizada», Papeles de Población, vol. 15, no 61, 2019, p. 129-167. Return to text

6 Carlos Durán Migliardi, Eduardo Thayer, Luis, «Los migrantes frente a la ley: continuidades y rupturas en la legislación migratoria del Estado chileno (1824-1975)», Revista Historia 396, no 2, 2017, p. 429-461. Return to text

7 Entre 1883 y 1898, la Agencia envía alrededor de 35 000 emigrantes europeos. De ellos, más de 8 000, el 23% del total, son italianos. Fernando Devoto, «Algo más, sobre las cadenas migratorias de los italianos a la Argentina», Estudios Migratorios Latinoamericanos, no 19, 1991, p. 323-343. Return to text

8 Enrique Fernández Domingo, «La emigración francesa en Chile, 1875-1914: entre integración social y mantenimiento de la especificidad», Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, no 12, 2006. URL: http://journals.openedition.org/alhim/1252; DOI: https://doi.org/10.4000/alhim.1252. Return to text

9 Guillermo Eyzaguirre Rouse, Jorge Errázuriz Tagle, Monografía de una familia obrera, Santiago, Imprenta, litografía y encuadernación Barcelona, 1903, p. 92 y 93. Return to text

10 Guillermo Eyzaguirre Rouse, Jorge Errázuriz Tagle, Monografía, p. 94 y 95. Return to text

11 Rhoda Desbordes, «Migrations et réseaux d’information au xixème siècle : Les agences Havas-Reuter en Amérique du Sud, 1874-1876», Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, no 8, 2004. URL: http://journals.openedition.org/alhim/412. Return to text

12 El flujo migratorio más importante de franceses que llegan a Argentina tiene lugar entre 1881-1890, con un saldo neto de 69 303 personas. Dora Estela Celton, «Plus d’un siècle d’immigration internationale en Argentine», Revue européenne des migrations internationales, vol. 11, no 2, 1995, p. 145-165, para la referencia p. 158. Return to text

13 Rapport du 27/2/1932, Archives Diplomatiques de Nantes, Santiago du Chili, carton 94 et 561. Return to text

14 Rapport de 1910, Archives Diplomatiques de Nantes, Santiago de Chile, carton 29. Return to text

15 Franceses residentes censados en Chile: A. L. Ragueneau de la Chainave, encargado de negocios y Cónsul general en Santiago, Henry Victor Masson, Vice-cónsul en Vaparaíso, Teodoro Delavau, Vice-cónsul en Concepción. Repertorio chileno. Año de 1835, Santiago, Imprenta Araucana, 1836, p. 146. Return to text

16 Jean-Pierre Blancpain, Le Chili et la France : xviiie-xxe siècle, Paris, L’Harmattan, 1999, p. 131. Return to text

17 Territorio de Magallanes y Chiloé. Return to text

18 Incluida la Comuna de Valparaíso: 393 franceses. Return to text

19 Henri Lorin, «Impressions du Chili-Les Chiliens et la France», Revue des deux Mondes, 6e période, t. 7, 1912, p. 192-215. Return to text

20 Marie-Pierre Arrizabalaga, «Réseaux et choix migratoires au Pays Basque : l’exemple de Sare au xixe siècle», Annales de démographie historique, 1996, p. 423-446; Abel Châtelain, «Recherches et enquêtes démogéographiques : les migrations françaises vers le Nouveau Monde aux xixe et xxe siècles», Annales. Économies, sociétés, civilisations, no 1, 1947, p. 53-70. Return to text

21 Fernando Devoto, «Algo más…», p. 336. Return to text

22 André Cochut, «Le Chili en 1859. La société chilienne et la crise politique», Revue des deux Mondes, t. 24, nov.-déc. 1859, p. 822-861, cita p. 831. Return to text

23 Durante la segunda mitad del siglo xix muchos franceses contribuyen a la consolidación de la vitivinicultura francesa en el Chile central. Son contratados por particulares para dirigir los trabajos que requieren las nuevas viñas y, al mismo tiempo, por el Gobierno de Chile que contrata a diversos especialistas en agricultura, en general, y vitivinicultura, en particular. Félix Briones Quiroz, «Los inmigrantes franceses y la viticultura en Chile: El caso de René F. Le Feuvre», Universum, vol. 21, no 2, 2006, p. 126-136. URL: http://dx.doi.org/10.4067/S0718-23762006000200008. Return to text

24 Enrique Fernández Domingo, Le négoce français au Chili (1880-1929), Rennes, Presses universitaires de Rennes, 2006. Return to text

25 Henri Lorin, «Impressions du Chili…». Return to text

26 El semanario La Colonie Française aparece en Valparaíso el 23 de abril de 1883 y es publicado en Santiago a partir de 1885. En 1887 es reemplazado por La France periódico fundado y dirigido hasta 1897 por el empresario Joseph Rieu y por el periodista Théodore Chandre entre 1897 y 1898. Como pequeños órganos de prensa podemos citar El Colono ou La Colonie en el sur de Chile. En 1907, Alexandre Biron funda el semanal Le Journal du Chili. Réné Gorichon funda, en 1909, el semanal La Patrie y lo dirigirá hasta 1929. Es en este año que aparece el primer número del semanario Le Courrier du Pacifique. Return to text

27 Henri Lorin, «Impressions du Chili…». Return to text

28 El Reglamento de Inmigración Libre de 24 de junio de 1905 define en primer lugar la calidad de libre estipulando que se consideraría como tal a todo extranjero de origen europeo o de los Estados Unidos, agricultor, minero o capaz de ejercer un oficio, comercio o industria, que siendo menor de cincuenta años; acreditando su moralidad y aptitudes, llegara a la República por conductos de las Agencias de Inmigración para colocarse en trabajos e industrias existentes en el país o que se propusiere implantar. Esta misma normativa exigía a los candidatos una serie de requerimientos como, entre otros, certificados de nacimiento, de sanidad, de moralidad, de oficio, de industria o comercio que ejerciera. Return to text

29 Carmen Norambuena, Bernardo Navarrete, Rodrigo Matamoros, «Entre continuidades y rupturas, mejor la continuidad. Política migratoria chilena desde comienzo de siglo xx», Revista Austral de Ciencias Sociales, no 34, 2018, p. 217-237, cita p. 223. Return to text

30 Carlos Durán Migliardi, Eduardo Thayer, Luis, «Los migrantes frente a la ley…». Return to text

31 En 1875 los rubros Transeúntes y Residentes forman un solo rubro. Return to text

32 En 1865 el rubro es Nacionalizados. Return to text

33 Mateo Martinic, «Presencia e inmigración italiana en Magallanes», en Baldomero Estrada (ed.), Presencia italiana en Chile, Valparaíso, Eds. Universitarias de Valparaíso, 1993, p. 177-189, cita p. 181. Return to text

34 Hay que señalar que la Constitución de 1833, en su artículo 5, considera como chilenos a todos los nacidos en el territorio de Chile. Con respecto a los extranjeros, estos pueden adquirir la nacionalidad chilena tras un año de residencia al declarar y demandar, ante la Municipalidad de su lugar de residencia su deseo de avecindarse en Chile y la carta de ciudadanía, Constitución política de la República de Chile jurada y promulgada el 25 de mayo de 1833 con las reformas efectuadas hasta el 26 de junio de 1893, Santiago, Imprenta Nacional, 1893, p. 8-9. Más tarde la Constitución de 1925 va a modificar el acceso a la nacionalidad no adjudicándola automáticamente a aquellos nacidos en Chile de extranjeros que se encuentren en el país en servicio de su Gobierno y de extranjeros transeúntes, otorgándoles la posibilidad de optar entre la nacionalidad de sus padres y la chilena. En el apartado 3 del mismo artículo 5 se añade que acceden a la nacionalidad chilena aquellos «extranjeros que obtuvieren carta de nacionalización en conformidad a la ley, renunciando expresamente a su nacionalidad anterior», Constitución política de la República de Chile: promulgada el 18 de septiembre de 1925, Santiago, Imprenta Universitaria, 1925, p. 6-7. Return to text

35 Juan Ricardo Couyoumdjian, Chile y Gran Bretaña durante la Primera Guerra Mundial y la posguerra, 1914-1921, Santiago, A. Bello, 1986, p. 233. Return to text

36 Rapport du 15/3/1935, Archives Diplomatiques de Nantes, Santiago du Chili, carton 94. Return to text

37 Enrique Fernández Domingo, Le négoce français au Chili…, p. 171-172. Return to text

38 Jean-Pierre Blancpain, Le Chili et la France…, p. 212. Return to text

39 El total de establecimientos industriales censados en Chile, de propiedad chilena y extranjera, para 1937 es de 19 432. Return to text

40 El total de establecimientos comerciales censados en Chile, de propiedad chilena y extranjera, para 1937 es de 75 559. Return to text

References

Electronic reference

Enrique Fernandez Domingo, « Características y evolución de los flujos migratorios y la colonia franceses en Chile (1865-1930) », Textures [Online], 27 | 2023, Online since 21 juin 2023, connection on 20 juillet 2025. URL : https://publications-prairial.fr/textures/index.php?id=354

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Enrique Fernandez Domingo

Université Paris 8, Laboratoire d'études romanes, F-93200 Saint-Denis, France

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